Empezar a componer es una decisión que muchas veces se toma de manera natural e inconsciente. Al estar en contacto diario con la música, muchos de nuestros alumnos acaban convirtiéndose inevitablemente en compositores de su propia música. Por supuesto, esto no quita ningún mérito a los miles de intérpretes que se encargan de darle vida a las composiciones de otros artistas.
Si habéis llegado a este post, seguro que aún estáis dando vuestros primeros pasos en el mundo de la composición. Algunos descubriréis que no es lo que más os motiva, pero otros encontraréis un vehículo de expresión maravilloso, y una pasión que os acompañará para toda la vida. ¿Queréis conocer algunos para iniciaros en la composición musical? Aquí van algunos consejos para componer música para principiantes.
Apunta todo lo que se te ocurra
Este es un truco común para todo proceso creativo: tener un registro de todas las ideas que aparecen de manera inesperada. Muchos artistas de renombre llevan consigo siempre una libreta donde dejan apuntadas letras o melodías que asaltan sus cabezas en momentos en los que ni siquiera pretendían componer.
Libretas como la de Bob Dylan se han convertido en auténticas reliquias a conservar, ya que a través de tachones, anotaciones y una caligrafía muchas veces ilegible, podemos observar el proceso de creación de algunas de sus canciones más emblemáticas.
Por suerte hoy en día tenemos muchas otras maneras de guardar esa clase de momentos de inspiración. Con el propio móvil existen un sinfín de posibilidades, ya sea con la cámara como con aplicaciones específicas. Recordad: no hay ideas malas, y a partir de algo muy pequeño puede nacer un proyecto enorme.
Imponte retos
En nuestra anterior publicación hablamos con Isidro Vidal, gaiteiro y exalumno de Mayeusis que lleva componiendo desde muy temprana edad. En 2018 Vidal se impuso a sí mismo un reto que en un principio podría parecer descabellado: componer una pieza en la gaita al día. Como su recorrido como compositor es extenso, este artista pudo completarlo con éxito, atrayendo miradas (u oídos) de todo el mundo y consiguiendo darle visibilidad a su trabajo.
Imponerse retos es esencial para mantener la motivación y no perder el ritmo. Si aún estás empezando, lo más recomendable es que los objetivos que te marques sean accesibles. Por ejemplo, puedes elegir al azar tres acordes e imponerte utilizarlos en tu composición, o a nivel lírico, buscar palabras que te ayuden a explorar temáticas para tus composiciones.
Busca referencias
Tenemos una buena y una mala noticia para vosotros. La mala es que todo lo que se os ocurra probablemente ya se le ocurrió a otro músico antes. La buena es que, como compositores en construcción, lo que más importa es que busquéis darle una vuelta de tuerca a lo conocido y aportar vuestro toque personal que lo hace único e irrepetible.
Todos los compositores se inspiran en otros artistas o proyectos para su trabajo. Empaparnos con referencias nos ayuda conocer mejor qué tipo de sonido nos representa, expande nuestros conocimientos y nos pone en contacto con el mundo del arte. ¡Ojo! La inspiración y el plagio son cosas muy diferentes. El hip hop es el ejemplo más conocido de cómo otras obras pueden tener un papel fundamental para la creación de nueva música, ya que es común y reconocido el uso de samples de otros artistas.
Las fuentes de inspiración van más allá de la música: películas, libros, cuadros… ¡todo puede ser un detonante para vuestra creatividad! De hecho, son muchos los artistas que se inspiran en una estética, movimiento artístico o sonido para sus creaciones. ¿Qué sería de Daft Punk sin el futurismo que inspiraron a películas como Tron? ¿Habría sido un éxito el Exorcista si no existiese Tubular Bells? Estos son algunos ejemplos de cómo los distintos campos del arte se nutren entre sí para la creación de obras inolvidables.
Improvisa
La improvisación es un arma poderosa, pero no fácil de manejar. Los músicos de jazz son unos maestros en la improvisación, así que seguro que podéis tomar nota de ellos en vuestro aprendizaje. Aún así, no es necesario hacerlo de manera magistral, sino hacerlo.
Empezad con un par de notas y dejad que ellas os guíen. ¿A dónde acabaréis llegando? Esa es la parte de la improvisación que os ayudará a conectar con vuestro mundo interior. Debe de surgir de manera espontánea y sin pretensiones: cuando menos os lo esperéis, el sonido empezará a cobrar sentido.
Improvisar, además, os podrá ayudar en un bloqueo creativo. Muchas veces los compositores se saturan en su proceso de creación y necesitan explorar nuevas ideas para despejarse. Si los anteriores consejos os llevan a un callejón sin salida, respirad hondo y empezad a improvisar. ¡Nadie había dicho que fuese fácil convertirse en un auténtico compositor!
Estos solo han sido algunos trucos básicos que os ayudarán en el camino de la composición. Seguid atentos a nuestras próximas publicaciones, iremos subiendo el nivel para acompañaros en vuestra misión compositiva. 😉